Cho Soran de 19 años es el protagonista de una historia china llena de personajes con habilidades sobrenaturales, misterios y acción, además es el sucesor del clan Cho diestros en el kung fu y el manejo del ki.
También nos presentan a Reigyoku miembro de otro clan que posee una habilidad sobrenatural, semejante a la de Cho Soran, la diferencia es que Soran es virgen mientras que Reigyoku ya no lo es, lo que no parece relevante hasta que nos enteramos de que el no mantener su pureza impidió que pudiera heredar la técnica original sino una variación (creada para los que ya no son puros) que se manifiesta con un aspecto oscuro diferente a la legítima técnica.
Lo singular es que nos muestran a Cho como un objeto de burla de otros por ser virgen aún, justo en una edad en que quiere ganar aceptación y explorar, pero descubrimos que posee un sello Shikyusa que solo puede ser tocado por alguien que lo quiera de verdad. Digamos una especie de "sello de castidad" o de pureza.
Con ese contexto me puse a pensar que en la actualidad poca gente valora ese aspecto de la vida. Solemos dar por sentado lo que tenemos, pero no comprendemos que parte de alcanzar metas, trascender y hasta dejar un legado, requieren pureza e integridad aún en aspectos físicos y mentales, no solo espirituales.
Quizás llegamos a sentirnos limitados por tener que esperar a alguien especial o “perdernos” eventos a los que asiste la mayoría de los jóvenes de nuestra edad, pero esto no es en vano, tendrá fruto. Así como Soran que se sintió frustrado por tener que esconder su poder y habilidades de kung fu durante su infancia, pero cuando llega el momento de participar en el Raten Taisho, tiene la oportunidad de demostrar que sus habilidades, sus talentos y su fuerza son el fruto de mantenerse enfocado y de haber respetado esas reglas guardando su integridad, lo que es notorio y cierra la boca de todo el mundo al verlo llegar lejos.
Es interesante cuestionarse, ¿Vale la pena mantenerse puro o no? Es una pregunta que se hacen algunos y creo que Cho Soran es un buen ejemplo de que sí vale la pena; al menos para mí lo vale.
Te animo a que si ya no tienes esa “pureza física” no te menosprecies, a veces la perdimos por curiosidad, por la emoción del momento o porque creíamos que era la persona indicada, pero Dios no nos señala sino que nos perdona y aún tiene propósitos con nosotros, sabe compensar la sinceridad de nuestro corazón y el arrepentimiento genuino, y nos ha reservado un compañero en el viaje de la vida que nos ayudará a estar enfocados espiritualmente y a disfrutar la vida mientras estemos en esta tierra.
Si perteneces al grupo que aún no ha experimentado la sexualidad y al igual que Cho Soran te frustras viendo a los demás descubriendo, o te están presionando y te estás cansando de esperar No desistas, tendrás recompensa a su tiempo.
Tú vales la espera.
-Shino-