AVISO IMPORTANTE:
Contiene Spoilers de la serie y/o
de otras fuentes de referencia.
Plastic Memories se desarrolla en un futuro en que se han creado androides llamados Giftia para ayudar y acompañar a las personas que lo solicitan. Estos androides son muy similares a los humanos tanto física como emocionalmente, y prácticamente cuentan con un corazón virtual, pero su vida operativa solo dura 9 años y 4 meses, luego de los cuales deben ser recolectados y borrados por grupos de agentes, de terminales encargadas de esa labor. Hay un lapso de doce horas para borrar sus recuerdos antes de que estos se distorsionen y el Giftia cambie por completo su personalidad.
En esas terminales, se trabaja en equipo juntando un Giftia, con un humano para hacer dicha recolección. La diferencia es que la terminal Central tiene un método diferente, haciendo la recolección de Giftias de forma amable y conciliada, antes de que su memoria y recuerdos se destruyan al terminar su ciclo operativo.
Luego de ver esta serie, encontré varios puntos importantes para reflexionar:
- Pensando en que la vida operativa los Giftias solamente dura 9 años y 4 meses, noté que en ese tiempo tenían un propósito de existencia, ya fuese ayudar, acompañar, etc., cada Giftia tenía un tiempo limitado para hacer la diferencia en ese mundo y hacer un poco mejor la vida de otros.
Entonces, recordé que Jesús también tuvo un tiempo limitado (3 años) en los que hizo la diferencia en ésta tierra, predicando el evangelio, sanando enfermos y enseñando a todos sin discriminación el camino eterno.
Ahora, si supieras tú que tienes un tiempo límite de vida, ya definido:
¿Qué harías para dejar una huella en éste mundo mientras estés aquí?
¿Cómo quisieras que te recuerden?
- “Éste trabajo no tiene ninguna recompensa.” dice Isla-chan, mientras se dirigen a hacer una nueva recolección y el borrado de recuerdos de un Giftia.
En ese momento, me di cuenta que para nuestra labor como portadores de las “Buena Nueva de Salvación” tampoco parece haber recompensa inmediata, de hecho, muchas personas rechazan el mensaje por esa razón, pero eso no nos detiene porque sabemos que si tendremos una recompensa en la eternidad.
- “Cuando trabajo mi vida tiene sentido” dice Isla-chan…
¿Y qué me dices tú? ¿Cuándo sirves al Señor con tus talentos, cuando hablas de tu fe a otros, tu vida cobra sentido? ¿Sientes que es una labor gratificante, o deprimente?
Es verdad que muchas veces, mientras compartimos nuestra fe, vienen situaciones inesperadas, injusticia, persecución física, o en redes sociales, bullying, etc., y realmente parece que no hay ningún fruto de este trabajo. A pesar de que invertimos el tiempo en oración, evangelismo y reuniones, a veces todo parece complicarse y las dificultades intentan desanimarnos. Pero hay que ser perseverantes, como dice en Galatas 6:9 “No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.”
Puede que al igual que en la serie, así como recuperaban los Giftia con mucha dificultad y oposición de los propietarios; el hecho de hablar de la fe sea para algunos motivo de rechazo, oposición o enojo, pero el joven cristiano también debe comprender que no es algo malo exponer su fe, sino que al contrario, deseamos que las personas descubran el amor de Dios y se dejen abrazar por Él.
Sin embargo, si has tomado la decisión de dejarte amar por el Señor, y hablar de tu experiencia personal a otros, entonces no puedes olvidar que tienes una identidad nueva, un Padre y un propósito claro (Entregar el mensaje a las almas perdidas)
No nos imponemos como dictadores, sino que es el Espíritu Santo quien da convicción. Nosotros solo hablamos de la fe que tenemos y de la esperanza de reencontrarnos en la eternidad con las personas que nos importan y que han creído en esa misma esperanza.
No sabemos si viviremos mucho tiempo o no, pero somos llamados a hacer una diferencia notoria en la vida de quienes están a nuestro alrededor.
Y tal vez, en el transcurso de la vida, siendo “mensajeros de la fe” conozcamos a otros, algunos se quedan, otros se van, pero al final, todos crecemos y seguimos adelante para la gloria de Dios. ¡Ánimo!
-Shino-
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