En esta historia, Satoru tuvo la oportunidad de regresar en el tiempo, y tratar de enmendar las cosas que había hecho mal en el pasado, por tener una vida solitaria o por ignorar las cosas que sucedían en su entorno.
En cambio, para nosotros, es imposible volver en el tiempo para ayudar a alguien, para corregir errores o cambiar algo del pasado. Pero, sí, está a nuestro alcance la posibilidad de cambiar o impactar las vidas de otros, con las palabras y acciones que hacemos en el presente. Esto también, tendrá repercusión en nosotros mismos, para bien, para mal o para enseñarnos algo importante.
En la vida, aún si empiezas a transitar un camino por tu cuenta, a medida que avanzas, siempre encontrarás personas con la misma visión que tú, o con algo para contribuir en tu progreso. Por ejemplo, instrumentos, palabras de esperanza o talentos que a ti te faltan, pero que requieres para pasar al siguiente nivel.
Está claro que no se puede lograr el éxito si se avanza en solitario, ni yendo por tu cuenta. Ciertamente, es necesario el apoyo de alguien, bien sea de: padres, hermanos, amigos, maestros, mentores, pareja, etc.
Estas personas serán importantes en tu viaje, pues no podemos olvidar, que la senda que cada uno elige, no siempre será un valle. Es decir, a veces, hay que escalar o descender, hay que caminar con precaución o correr muy rápido. Incluso, puedes hallarte en medio de un mar de adversidades... Y para cualquiera de esas circunstancias, siempre será mejor contar con la ayuda de un amigo, así como escribió el rey Salomón: “La verdad, más valen dos que uno, porque sacan más provecho de lo que hacen. Además si uno de ellos se tropieza, el otro puede levantarlo. Pero ¡Pobre del que cae y no tiene quien le ayude a levantarse!” ¡Necesitas un compañero de viaje!
Jesús también sabía que avanzar solos, lleva a un inevitable fracaso, y por eso, escogió a doce discípulos a quienes luego envió a trabajar en parejas llevando el mensaje. No era sólo un capricho de Jesús, sino que Él se preocupaba por el bienestar de sus seguidores, porque sabía que a veces en el camino podemos resbalar y vamos a necesitar de alguien que nos ayude a levantarnos. Habrá ocasiones en que nos sentiremos temerosos, desanimados o tendremos dudas, en ese momento también será bueno contar con una palabra de aliento o un abrazo reconfortante para seguir avanzando.
Así que no hemos sido llamados a “andar en solitario”. Al contrario, el Señor ha dicho: “No es bueno que el hombre esté solo.” Esta afirmación puede aplicarse a tener una pareja, pero también, se aplica a la vida de cualquier persona que necesite un amigo. Incluso, se aplica a un visionario soñador que requiera rodearse de personas con su misma visión, con talentos que complementen el suyo y a quienes también pueda brindarles su amistad, ayuda y conocimientos. Salomón también dijo: “El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que un hermano.”
Todos los seres humanos, siempre buscamos un lugar al cual pertenecer (una familia, un club, un equipo, etc.) Es una necesidad inherente de cada persona, aún, si nos consideramos autosuficientes, una parte de nosotros, buscará compañía o asociación con otros. En palabras de Satoru: “Todos buscamos la forma de llenar los huecos que hay en nuestro corazón” algo, que será imposible de lograr si no te involucras con personas que tengan los mismos objetivos que tú.
¡Toma la iniciativa!
Hoy, puedes darte la oportunidad de conocer a alguien un poco mejor, se confiable y encontrarás personas confiables. Muchas veces podríamos acertar, pero en caso de que te equivoques al elegir, levántate, sacúdete el polvo y sigue avanzando. A veces solo debes dar el primer paso para que un mundo de posibilidades se revele ante tus ojos.
¡La amistad también requiere fe! Recuerda las palabras de Satoru: “Si crees en algo o en alguien, no necesitamos decirlo (…) Decimos que creemos cuando en realidad queremos creer.”
-Shino-
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