(NOTA: Contiene Spoilers)
La historia empieza con una pareja de ancianos, los Sonoyama, quienes desean adoptar a un niño. En el orfanato hay toda clase de niños tratando de ganar su atención, pero ‘Hitori’ fue sobresaliente y lo llevan a casa sin saber que no es uno solo sino unos gemelos que harán lo necesario por sobrevivir y acercarse a la verdad que tanto han buscado.
La mayoría del tiempo es el gemelo Migi quien está en el rol de Hitori ya que es tierno frente a los Sonoyama, aunque suelen intercambiarse con Dali para comer o socializar, pero empiezan a pasar muchas cosas a medida que intentan resolver la muerte de su madre biológica: surgen alianzas, usan disfraces, tienen que hacer un gran esfuerzo académico y todo parece acercarlos a su objetivo.
Aunque a veces parecen muy serios y maduros siguen siendo niños y hay cosas que lastiman el corazón, es así como en octubre, Migi se va de la casa y a pesar de la adversidad, Dali sigue con su investigación y con su rol de Hitori ante los Sonoyama.
Pasa el tiempo y las cosas se van resolviendo entre los gemelos y se descubre la verdad. Entonces llega diciembre y Migi que ha vuelto a casa pide a los Sonoyama varias cosas que le gustaría recibir como regalo de navidad, pero mamá dice que “Santa solo trae un regalo por niño”. Dali ahora se ha convertido en una sombra y ya no puede ni quiere intercambiar de rol con Migi debido a una cicatriz en el rostro, pero desde las sombras sigue ayudando a su hermano.
Entonces llega Navidad… Y bajo el árbol hay dos regalos, y surge esta conversación:
Migi: ─ ¿No era un regalo por persona? ¿Santa se equivocó?
Mamá: ─Santa no se equivoca.
[Al abrirlos, Migi descubre que uno es una máquina de hacer pasta mientras el otro es un juego de laboratorio científico.]
Mamá: ─Entiendo, entiendo. Parece que aquí hay un niño glotón y creativo, y otro sensible y muy inteligente.
Dali está escuchando mientras se oculta en el closet.
Papá: ─Tardamos en notar las diferencias.
Mamá: ─Los esperamos abajo con dos asientos reservados.
En ese momento los gemelos entienden que no podrán seguir pareciendo una sola persona toda la vida porque crecerán y sus gustos y decisiones serán diferentes, pero ambos estarán felices por la felicidad del otro.
…Cuando están en el comedor el glotón de Migi no duda en probar la comida, pero Dali se siente algo incómodo, entonces mamá le ofrece un plato de Omurice mientras le dice:
─“Omurice. Es tu plato favorito, ¿no?
Dali: ─ ¿Cómo lo supo?
Mamá: ─ No me subestimes”
Papá comenta: ─“Hubo un tiempo en que estuviste tú solo, antes de Halloween.
Mamá agrega: ─ “Dejabas mucha comida, pero siempre te acababas este plato”
Aunque los Sonoyama descubrieron que Hirori era en realidad dos personas, no rechazaron a ninguno de los dos ni les dieron un trato desigual, a pesar de haber sostenido una mentira tan grande por un interés personal para ser adoptados y a pesar de que Hitori fue considerado un criminal, nunca dudaron, los aceptaron, los amaron y les dieron una buena educación permitiendo que desarrollaran sus talentos y se enfocara en lo que le apasionaba a cada uno.
Ellos saborearon la GRACIA. Pero No hay mayor gracia que la que experimentó el hijo prodigo, quien reclamó su herencia, la despilfarró y al final, arrepentido decidió volver a casa de su padre para hacerse su sirviente. Allí, este padre que cada día se asomaba a ver si regresaba su hijo, viéndolo a lo lejos salió corriendo a abrazarlo y sin dejarlo hablar mandó traer ropas nuevas, la mejor comida y su anillo de oro para recordarle que seguía siendo hijo y que su gracia de padre amoroso cubrió todas las faltas y ahora solo era motivo de gozo para toda su casa. (Lucas 15:11-32)
Esa bondad que no merecíamos está disponible para todo el que quiere volver a la casa del Padre.
-Shino-