Es asombroso como en la actualidad, las mujeres hacen grandes esfuerzos por darse un lugar en tantos contextos en que antes no habíamos entrado con tanta fuerza, como la robótica, astronomía, videojuegos, las artes, los deportes, el comercio, etc.
Lo triste es que nosotras mismas nos hemos encargado de creer que somos menos por ser mujeres, o que hay barreras para ejercer en diversas áreas y hemos esparcido ese pensamiento a tantas mujeres que ahora golpeamos al aire sin ganar nada que no tuviéramos ya. Se me hace un nudo en la garganta al ver que hay rivalidades y divisiones entre nosotras y nos empujamos unas a otras al agua y luego culpamos al Dueño del barco por haber permitido que hayamos caído al agua (algunas incluso sin saber nadar.)
Creo que todo eso se debe a que olvidamos o ignoramos lo más importante: la opinión del Creador respecto a nosotras. Él nos llamó “ayuda idónea” y serlo no significa ser esclava, ser humillada, ni renunciar a nuestros derechos, por el contrario, es reconocer el valor, significado, propósito y capacidades que nos ha dado Dios a las mujeres, es entender que somos muy valiosas para Dios y sin tanto esfuerzo individual, entender que ya somos el broche de oro de la creación y que para destacar no hace falta reñir con otras ni odiar a los hombres.
Me gusta ver como en Full Metal Alchemist Brotherhood hay una reivindicación de la mujer en muchas facetas, sin dejar de ser respetadas y valoradas más allá de sus talentos como Winry, Hawkeye, Sheska, y tantas otras que no alcanzo a detallar hoy. pero veamos algunos casos:
Como en la fascinante escena en que los hermanos Elric que han sufrido las consecuencias de querer traer de nuevo a la vida a su madre fallecida; por casualidad, van a un pueblo y conocen a una mujer que está a punto de dar a luz, allí Winry, sin experiencia alguna en el tema, interviene en el parto para que todo salga bien, y tienen la oportunidad de ver al bebé recién nacido y al verlo, Edward dice: “¡Nació el bebé, hurra! (...) es el nacimiento de una nueva vida, los alquimistas hemos trabajado por años y aún no hemos sido capaces de crear otra persona, es realmente maravilloso.” Se da tanto valor al hecho de ser madre en ese anime, que es increíble que ahora se menosprecie esa facultad única de la mujer, mientras muchas anhelan poder experimentarlo alguna vez, aunque les sea imposible gestar.
Y ¿Qué me dices de la General Olivier Armstrong? Una líder nata, implacable, rígida pero justa, que incluso ha preparado a sus tropas para avanzar aun si ella sufre algún daño o muere. Es una mujer fuerte y digna de respeto que aún, siendo la única mujer en su territorio toma muy en serio su cargo y no permite que otros la tengan en poco por ser mujer.
También está el caso de la maestra Izumi Curtis, una mujer que ha pasado por muchas pérdidas y dolor, pero eso no la ha detenido, al contrario, se ha convertido en alguien fuerte y de carácter firme, quizás la única alquimista mujer que se iguala en combate con los hombres, y aun así es una esposa amorosa, fiel, modesta, hogareña y de apoyo para ese esposo abnegado y amante que sabe lidiar con ella, y con sus quebrantos de salud.
Ojalá entendiéramos que no somos menos por ser mujeres, sino que somos valiosas tal como hemos sido creadas. Que hemos sido dotadas de facultades físicas, intelectuales y hasta emocionales que son únicas y que ningún hombre puede igualar. Y sin embargo, también podemos ponernos a la par de ellos en trabajos manuales, administrativos y hasta científicos. Cuando comprendamos estas palabras, seremos más felices, seguras y prósperas, nos sentiremos más realizadas y hasta nuestra autoestima mejorará.
Incluso para Dios somos tan importantes que da ordenes específicas de cómo deben tratarnos, como esta: “(...) esposos, sean comprensivos en su vida conyugal, tratando cada uno a su esposa con respeto, ya que como mujer es más delicada, y ambos son herederos del grato don de la vida. Así nada estorbará las oraciones de ustedes.” (1 Pedro 3:7)
Y también el Señor fue el primero en empoderarnos reconociendo nuestras capacidades, afirmando que podemos ser líderes inteligentes, trabajar con orgullo y alegría, saber que tenemos tanta seguridad que podemos ser independientes y al mismo tiempo, confiables en una relación, y que no nos falta creatividad, gentileza ni autoestima. Léelo por ti mismo:
[Ella] Va a ver un terreno, lo compra
y usa el dinero que ha ganado para plantar un viñedo.
Ella trabaja muy duro, fuertemente,
y es capaz de hacer todo su trabajo.
Comprueba que sus negocios marchan bien
y trabaja hasta tarde en la noche.
Ella hace sus propias telas
y teje su propia ropa.
Es alabada por la gente y todos la respetan;
espera el futuro con confianza.
Habla con sabiduría
y enseña a la gente a ser amorosa y amable.
(Proverbios 31:16-19, 25,26)