Lo que me encanta de Nana es que es una mujer de carácter fuerte, pero también sabe interactuar con los caracteres de otros, algunos mas serios y otros más infantiles, pero con todos fluye sin chocar.
Es genial como de primera impresión ya es atractiva para Nana Komatsu (Hachi) y se abre a la conversación sin arrogancia y con sencillez. Nana tiene una apariencia ruda, pero en el interior es una joven noble, amante y graciosa, además de ser trabajadora y creativa, como cuando fabrica una mesa para el comedor. Es también muy lista y sabe escuchar.
En serio, si alguien es ejemplo de “girl power” diría que es ella. Ver como se ha abierto paso como cantante en medio de un entorno donde los hombres son quienes más logran destacar e imponerse, es realmente fascinante para mí.
Viéndola dejar su amor y su pueblo para irse a Tokio para vivir sola y trabajar duro por obtener el fruto de los planes que ha trazado, me da un soplo de inspiración y un deseo de luchar por mis sueños con “garras y dientes” aún si mi medio es impopular o si no tengo mucho apoyo, muchos recursos o si no entiendo bien las tecnologías.
Y que grato cuando Nana se reencuentra con el hombre que ama, pero no lo toma como trampolín para avanzar en su carrera, sino que le deja claro que ella trabaja por lo suyo, para demostrarse de qué es capaz y que eso no la acercará ni la alejará de su relación amorosa porque ella sigue siendo la misma mujer siempre.
Sinceramente, hay muchas cualidades que vale la pena notar en ella y reconocerla como lo debería hacer cualquier esposo, pero más allá del anime, ver que es posible como mujer ser fuerte, líder, segura, confiable para su pareja, amorosa, responsable, independiente y trabajadora por su bienestar y el de otros, me inspira a ser más como la mujer que se describe en el proverbio:
“A ella todo le sale bien; nunca nada le sale mal. Sale a comprar lana y lino, y con sus propias manos trabaja con alegría. (…).
Es mujer de carácter;
mantiene su dignidad,
y enfrenta confiada el futuro.
La hermosura es engañosa,
la belleza es una ilusión;
¡sólo merece alabanzas
la mujer que obedece a Dios!
¡Que todo el mundo reconozca
los frutos de su esfuerzo!
¡Que todos en la ciudad
la alaben por sus acciones!”
Proverbios 31: 12, 13, 15, 30, 31.
-Shino-
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