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¿Por qué me escogiste? (Sukitte ii na yo)

Actualizado: 19 dic 2020


AVISO IMPORTANTE:

Contiene Spoilers de la serie y/o

de otras fuentes de referencia.



Mei Tachibana es una chica trabajadora, buena estudiante, pero también es algo simple, sin ningún encanto particular, y además aislada, tímida, solitaria, reservada, siempre buscando pasar desapercibida. Ella no ha notado la presencia de las personas a su alrededor y le cuesta confiar en las personas.

Entonces aparece Yamato, un chico popular, alegre, maravillado ante la sencillez de Tachibana, y también al descubrir que es una chica diferente, que no se fija en las apariencias, él desea conocerla mejor. Y a pesar de que todo surge de forma extraña, las cosas que comparten, de una u otra forma son agradables; por ejemplo, empezar a salir, y otras cosas simples que hacen el uno por el otro. Aunque parecen pequeñas, van construyendo una relación.

El punto es, que Jesús, también notó tu presencia y la mía, andando descuidadamente por la vida, sin fijarnos en Su presencia, sin percibir la presencia de Alguien tan conocido para muchos, pero completamente desconocido para ti y para mí.

Y de la misma forma que Yamato, Jesús tomó la iniciativa para acercarse y conocerte. Se alegra con tu alegría, quiere ayudarte en la dificultad. Siempre está ahí y dedica tiempo para ti. Incluso te ayuda a notar tus fortalezas y que te sientas más seguro de ti mismo.

Hay muchas personas que lo conocen y que lo aman. Pero, además de esas personas, Él ha fijado su mirada en ti, y a pesar de saber que eres una persona indecisa, frágil y desconfiada, Él es muy considerado y paciente contigo, porque anhela ver cambios positivos en ti y se da la oportunidad de verte avanzar junto a Él un paso a la vez.

Jesús también desea que lo conozcas un poco mejor, sin mentiras, sin rodeos, incluyendo las cosas difíciles que ha vivido, para mostrarte que Él entiende tu dolor y quiere ayudarte, apoyarte y quererte, mientras avanzas poco a poco en el camino hacia una vida más segura y equilibrada en lo espiritual, emocional, social y en todos los demás aspectos. Cuando empieces a convivir con Él, entenderás estas palabras: “Cuando confías en alguien y llegas a conocerlo, también aprenderás de sus heridas. Así como yo las tengo, Él también las tiene. Y ya decidí que no voy a ocultarlas.” Y también entenderás esto: “Todos tenemos nuestras propias cicatrices de amar a alguien profundamente, de querer proteger a alguien demasiado. Él tiene su cicatriz por mí, cuando se enojaba por defenderme. Sus manos lucen adoloridas... Amo tanto esa cicatriz que podría llorar. Espero nunca olvidar este sentimiento. Y que me detenga de tener miedo de lastimarme.”



Lo único en lo que puedo pensar, al leer esas palabras, es en que: “Cristo mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, para que nosotros muramos al pecado y vivamos una vida de rectitud. Cristo fue herido para que ustedes fueran sanados.” (1 Pedro 2:24)

¡¿Cómo podría ignorar su amor o no corresponderle, si ha marcado mi vida?!

Por otra parte, Jesús ve cuando te alejas de su presencia y te llama por tu nombre, te busca con su mirada, recorre los lugares que has frecuentado en su compañía y te busca incansablemente hasta encontrarte, para luego preguntarte ¿qué te dijeron? Jesús es un ser increíble, que anhela ganar tu corazón [y tu alma] con su amabilidad, de una forma tan inexplicable que no sabes cómo reaccionar ante sus palabras y gestos de cariño. Y terminas cuestionándote todo, al igual que Mei.

Mei: -“¿Por qué me escogiste? No creo que estemos hechos para estar juntos” Yamato: - Eso no es verdad

Para Jesús eres un ser muy especial. Como dice una canción vieja “Él quiere verte sonreír, y darte la felicidad, sacar los miedos y las tristezas.” Jesús no te pide que hagas cosas para impresionarlo, sólo que te dejes conocer y amar por Él. Jesús realmente desea sacar de ti todos los sentimientos de duda, soledad, preocupación e inferioridad y demostrarte su amor transformando tu perspectiva para siempre.

Y aunque habrá infinidad de personas te critiquen, que se burlen de tu relación con él, que te menosprecien y quieran alejarte de Él, diciéndote que su amor no es real, o que tienes un pasado imperdonable, debes recordar que esas mentiras son muy pequeñas, en comparación con su grande amor, que si te detienes un minuto a contemplarlo, de seguro te darás cuenta de lo fiel, hermoso y constante que es.

Levanta la mirada y encontrarás que Jesús no te ha dado una frágil y pequeña pulsera como símbolo de su amor, sino que te lo demostró sobre una cruz y te envió a su Espíritu Santo para que nunca olvides que Él siempre estará cerca de ti y siempre te amará, sin importar las circunstancias. ¡Créelo!


-Shino-

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