Soy super fan del anime Bungou Stray Dogs, y en más de un sentido, cuando empezó la cuarta temporada fue emocionante para mí. En especial porque Ranpo es mi personaje favorito de la saga y en esta temporada le han dado relevancia a su infancia, su vida y lo que ha cargado desde niño.
Siendo tan observador, varias veces Ranpo ha logrado deducir cosas en segundos que a otros les tomará más tiempo. Pero, aunque es increíble y fascinante, esto se convirtió en motivo de rechazo por parte de los demás, haciendo que se sienta solo, desamparado y odiado.
A veces, tener ‘algo especial’ hace que tus familiares, amigos y compañeros de trabajo te miren raro y hasta te rechacen. Cuando eso pasa, es importante hallar personas que nos ayuden a sanar y ver las cosas desde otra perspectiva.
Personalmente, quiero decir que cuando uno es creyente y tiene una relación con Dios, tú cambias, adquieres discernimiento espiritual, es como ver todo con lentes nuevos. Por ejemplo, a veces percibo cosas buenas que me guían a buenas decisiones y buenas personas, pero otras veces, percibo en mi espíritu cosas malas en personas, lugares o declaraciones que alguien hace a mi alrededor y no imaginas lo complejo que es saber esas cosas que no se sienten nada bien de verlas u oírlas, y que al hablar de ellas te dicen: “Ay, no exagere”, “Pero si eso lo hace todo el mundo, no tiene nada de malo” o “Usted critica porque no lo ha probado.”
Quisiera poder explicar las cosas como se ven de forma espiritual pero no es fácil, y si lo intento, tampoco lo entenderá el que no tiene los mismos lentes que yo; por eso solo pienso en las palabras de Ranpo:
“El resto del mundo tiene algo que no comprendo, me da miedo, es como un mundo lleno de monstruos que solamente yo no entiendo”.
A veces tener estos lentes es un don que nos vuelve solitarios, porque ellos no pueden ver lo mismo que nosotros, pero está bien siempre que eso no nos detenga, sino que el rechazo y la crítica sean peldaños para avanzar y ver hasta donde nos llevará la medida de fe que hemos recibido.
Me recuerda mucho la ocasión en que un profeta llamado Elías y su sirviente fueron rodeados por un ejercito enemigo, el profeta tenia muy bien puestos sus lentes espirituales y estaba completamente en calma, mientras su sirviente era un manojo de nervios. Elías le dice que no se preocupe porque ellos tienen más a su favor que los que están en contra. Entonces, Elías oró: “Señor, ábrele los ojos para que vea” y el sirviente vio un montón de guerreros en carros de fuego que los respaldaban. (Lee el contexto completo en 2 Reyes 6: 8-15-17).
¿No es Fascinante?
¡Me encanta Ranpo y me encantan mis Lentes Espirituales, me ayudan a ver mejor!
-Shino-