Tuve la oportunidad de ver un conversatorio de pastores hablando sobre adicciones sexuales y como a actores xxx a los que les ofrecieron un "mundo prometedor", los están ayudando a llegar a Cristo. También, hablaron de como otros (amigos o pareja) influyen sobre personas y las llevan a incursionar en cosas pecaminosas como la pornografía, hentai, masturbación, etc. Los que influencian, generalmente llegaron ahí por considerar su adicción como un refugio para escapar de su realidad (violencia intrafamiliar, maltrato, abuso sexual, baja autoestima, bullying, etc.)
Poco después vi la película 'Origen' ('Inception' de Nolan) y me hizo pensar en como una persona puede introducir una pequeña idea en la mente de otra persona de forma sutil (una foto, revista, video, gif, audio, etc.) y como puede llegar a influenciar su comportamiento y hábitos, corromper su carácter y abandonarlo dentro de un pozo tan profundo como las adicciones sexuales que corrompen la propia vida y el futuro e intimidad matrimonial. Muchas veces esos pecados son difíciles de dejar cuando uno ya ha caído, por eso es mejor evitar incluso la primera invitación a curiosear.
Así mismo, el diablo también envía dardos de fuego a nuestra mente para ver si cedemos a la curiosidad malsana y a los deseos de los ojos y de la carne.
Pero Dios nos dice en el libro de Cantares que debemos "cazar [a tiempo] las zorras pequeñas (pensamientos pecaminosos) para evitar que dañen nuestra viña (vida)" (Cantares 2:15). Y nos recuerda que el diablo es el acusador, el cual se aprovechará del pecado oculto para avergonzarnos y hacer que dejemos de perseverar en la fe. Pero la buena noticia se resume en 2 versículos:
* El que encubre sus pecados no prospera; el que los confiesa y se aparta de ellos alcanza la misericordia divina. (Proverbios 28:13)
Es importante dejar las fuentes de material que pueda seguir corrompiendo tu corazón.
* Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. (1ª Juan 1:8-9)
Confesar la falta ante Dios, hablarlo con alguien de confianza, establecer compromisos, mantener tu mente ocupada en la lectura y oración para fortalecer tu relación con Dios y buscar apoyo espiritual hará que tu alma encuentre la paz y libertad anheladas y ya no pueda ser acusado por el diablo y descubrir que sí hay vida después de dejar atrás un pecado sexual, porque la vida es Jesús.
